Lucas era el tipo de persona
que te encantaría odiar. Siempre estaba de buen humor y siempre
tenia
algo positivo que decir. Cuando
alguien le preguntaba cómo le iba, él respondía: "si
pudiera estar mejor,
tendría un gemelo".
Era un Gerente único
porque tenia varias meseras que lo habían seguido de restaurante
en restaurante.
La razón por la que
las meseras seguían a Lucas era por su actitud. Él era un
motivador natural: Si un
empleado tenia un mal día,
Lucas estaba ahí para decirle al empleado cómo ver el lado
positivo de la
situación.
Ver este estilo realmente me
causó curiosidad, así que un día fui a buscar a Lucas
y le pregunté: No lo
entiendo, no es posible ser
una persona positiva todo el tiempo ? ¿Cómo lo haces?
Lucas respondió: "Cada
mañana me despierto y me digo a mí mismo, Lucas, tienes dos
opciones hoy:
Puedes escoger estar de buen
humor o puedes escoger estar de mal humor. "Escojo estar de buen
humor".
"Cada vez que sucede algo
malo, puedo escoger entre ser una víctima o aprender de ello. "Escojo
aprender de
ello". "Cada vez que alguien
viene a mí para quejarse, puedo aceptar su queja o puedo señalarle
el lado
positivo de la vida. "Escojo
el lado positivo de la vida".
Si, claro, pero no es tan fácil,
protesté.
"Sí lo es", dijo Lucas.
"Todo en la vida es acerca de elecciones. Cuando quitas todo lo demás,
cada situación
es una elección". "Tú
eliges cómo reaccionas ante cada situación, tú eliges
cómo la gente afectará tu estado
de ánimo, tú
eliges estar de buen humor o mal humor".
"En resumen, TU
ELIGES COMO VIVIR LA VIDA".
Reflexioné en lo que
Lucas me dijo...Poco tiempo después, dejé la industria restaurantera
para iniciar mi
propio negocio. Perdimos
contacto, pero con frecuencia pensaba en Lucas cuando tenía que
hacer una
elección en la vida
en vez de reaccionar contra ella.
Varios años más
tarde, me enteré que Lucas hizo algo que nunca debe hacerse
en un negocio de restaurante,
dejó la puerta de atrás
abierta una mañana y fue asaltado por tres ladrones armados.
Mientras trataba de
abrir la caja fuerte, su mano
temblando por el nerviosismo, resbaló de la combinación.
Los asaltantes sintieron
pánico y le dispararon.
Con mucha suerte, Lucas fue
encontrado relativamente pronto y llevado de emergencia a una Clínica.
Después de ocho horas
de cirugía y semanas de terapia intensiva, Lucas fue dado de alta
aún con fragmentos
de bala en su cuerpo.
Me encontré con Lucas
seis meses después del accidente y cuando le pregunté cómo
estaba, me respondió:
"Si pudiera estar mejor, tendría
un gemelo".
Le pregunté qué
pasó por su mente en el momento del asalto. Contestó: "Lo
primero que vino a mi mente fue
que debí haber cerrado
con llave la puerta de atrás. Cuando estaba tirado en el piso, recordé
que tenía
dos opciones: Podía
elegir vivir o podía elegir morir. Elegí vivir" ¿No
sentiste miedo?, le pregunté. Lucas
continuó -"Los médicos
fueron geniales. No dejaban de decirme que iba a estar bien. Pero cuando
me
llevaron al quirófano
y vi las expresiones en las caras de los médicos y enfermeras, realmente
me asusté.
Podía leer en sus ojos:
Es hombre muerto.
Supe entonces que debía
tomar una decisión." ¿Qué hiciste?, pregunté.
"Bueno, uno de los médicos
me preguntó si era alérgico a algo y respirando profundo
grité -Si, a las balas-
Mientras reían, les
dije: estoy escogiendo vivir, opérenme como si estuviera vivo, no
muerto".
Lucas vivió por la maestría
de los médicos, pero sobre todo por su asombrosa actitud,
aprendió que cada
día tenemos la elección
de vivir plenamente, la ACTITUD, al final, lo es todo ....
Ahora tienes dos elecciones:
1.- Eliminar este mensaje
2.- Enviarlo a quien aprecies.
Y recuerda, sólo se
frustran aquellos que dejan de ver la parte positiva de sus resultados
y de la vida...
Yo escogí la
2.-Enviarlo a quienes aprecio...