Decir Adiós A Quienes Se Van No Es Nada Fácil.

Un día, alguien a quien queremos deja de estar con nosotros. No está y no estará. Y eso nos duele, nos confunde y nos llena de preguntas. ¿por qué? ¿dónde está? ¿por qué no puedo verla o verlo? ¿por qué nos sucedió a nosotros? ¿cuándo dejara de dolerme?  Todas estas preguntas nos surgen por que no estamos preparados para la muerte.y es que la muerte tiene su parte misteriosa al igual que la vida. Cada religión da una explicación para prepararnos, para tranquilizarnos y para tratar de explicarnos este fenómeno. Pero, a veces, cuando acabamos de perder a una persona que queremos, eso no alcanza a consolarnos.

Nos duele su ausencia, nos acordamos de esa persona y nos hace falta, y no podemos hacer nada por recuperarla. Todo lo que sentimos nos peleamos con el destino y pasamos también por un rato de enojo. Y, después, poco a poco, después del dolor el grande enojo, empieza nuestro corazón a poder pensar en esa persona sin que nos invadan esas emociones; podemos recordarla en los momentos lindos, en la compañía que nos dio, en las palabras que usaba, en lo importante que fue.....

Los recuerdos nuestra memoria es importante para los que se van. Algunas familias tienen fotos de los que han muerto, otros lo hacen en ofrendas, otros más los recuerdan contando historias, celebrando la suerte que tuvieron de conocer a esas personas; otros más le escribían cuentos, poemas o libros les pintan cuadros y de esa manera van transformando su dolor en una manera mejor de recordarles.

Y si pudiéramos preguntarles a los que se fueron cómo prefieren ser recordados, si con dolor o cierta alegría, es casi seguro que escogerían esta última manera.un corazón sereno es un mejor lugar para guardar un buen recuerdo de los que ya no están.