Cuando la última escena de su vida se proyectó ante él,
miró hacia atrás
para ver nuevamente las huellas en la arena. Se dió cuenta que
muchas veces
a lo largo del camino de su vida, había solo un par de huellas,
y que estas
eran precisamente en los momentos más tristes y dolorosos de
su vida.
Esto lo desconcertó totalmente con tristeza le pregunto al SEÑOR.
"Señor,
tu me dijiste que una vez que yo decidiera seguirte, caminarías
a mi lado
durante todo el camino de mi vida. Pero me he dado cuenta que durante
los
tiempos más dificiles hay solamente un par de huellas en la
arena. No
entiendo por que me abandonaste cuando mas te necesitaba".
Entonces el SEÑOR le contesto: " Mi querido hijo, te amo y nunca
te
dejaría. Durante los tiempos de tristeza y sufrimiento, que
vez unicamente
un par de huellas, es cuando yo te llevaba cargando"