Hay personas que fácilmente se les da el relacionarse con los demás, otros batallan, algunas se resisten y no lo intentan. Lo importante es LUCHAR por ser HUMANO, ir creciendo con generosidad en las relaciones, es tratar de SER HERMANO del otro, ayudarlo, sonreírle, escucharle, comprenderle, en concreto: RESPETARLE Y ACEPTARLE.
En este mundo tan cambiante cada vez somos más y más personas, los trabajos escasean y la mayoría de los jóvenes no se dan cuenta que con las Relaciones Humanas bien llevadas, se abren las puertas en “todo”. El tener espíritu de servicio es una cualidad maravillosa, sin embargo ¡cuánto egoísmo tenemos en el alma! Nos impide DAR al otro nuestro tiempo, de nuestra experiencia, de nosotros mismos, ese saber que podemos llegar a triunfar en la vida si cuidamos nuestras relaciones humanas; cierto que lo que puede ser muy difícil para algunos, es de lo más fácil para otros, todo consiste en no complicar las cosas.
En el trabajo debe uno entregarse, enamorarse de lo que se hace, “no
llevar los problemas”, pedirle ayuda a Dios para VIVIR CON ALEGRIA CADA
DIA, si te piden en tu trabajo que camines un kilómetro,
debes de caminar dos, realiza de la mejor manera lo que te pidan, da más
de lo necesario y triunfarás.
Los grandes triunfadores son lo que saben sonreír aún
cuando tengan que llorar, los que reconocen que hay personas muy valiosas
en todos lados, los que saben que siempre se tiene un maestro frente a
uno.
Los grandes triunfadores siempre envían un telegrama de felicitación o de unión en alguna pena, en fin, “El triunfador sabe dar en todos los momentos del día”.
El triunfador no es sensible, como esos que de todo se sienten, al contrario, todo lo disculpa, lo apoya, sabe estimular, mueve y conmueve a que otros se realicen como personas, aporta lo mejor para que los demás crezcan …. y hermano ¡crecer duele mucho en la vida!, porque hay que ir frenando la lengua, no hablar mal de nadie, aprender a dominar ese temperamento impulsivo que tanto daña.
El triunfador está siempre en pie de lucha, sabe que tiene que huir de los peligros que se presentan y le van a restar fuerza, ya sea alcohol, cigarros, drogas, parrandas, etc.
Hermano, tú naciste para triunfar, ¡lucha, no te canses,
puedes estar a un paso de lograr la plenitud total, que es la Paz Interior!